Radio Contacto sur

viernes, 16 de octubre de 2015

¿Quién es Marcel Granier?

Una vez mas la derecha internacional unida en contra de la Republica Bolivariana de Venezuela y su pueblo ,nuestro respaldo al Presidente electo democraticamente Nicolas Maduro .

Repudiamos la presencia de este señor como tamien el juego fascista que realiza quien o trae



Red Contacto Sur



Ruben Suarez

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En estos días estará en Montevideo el venezolano Marcel Granier (presidente del grupo Empresas 1BC y de Radio Caracas Televisión, RCTV) invitado a dar una conferencia sobre la situación en Venezuela.
La pieza publicitaria en la que se convoca a esta conferencia, además de anunciar los lugares de pago de las costosas entradas, presenta al comandante Chávez cuando anunciaba la finalización de la concesión que detentaba RCTV del canal 2 de señal abierta.
¿Pero quién es esta supuesta “víctima” del comandante Chávez? ¿Cuál es su hoja de vida?


Algo de la historia de RCTV
Marcel Granier Haydon (abogado nacido en 1941) se hizo presidente de 1BC y RCTV luego de haber contraído nupcias con Dorothy Phelps, nieta de William Henry Phelps e hija de William Henry Phelps Jr., quienes habían fundado la primera emisora radial en Venezuela en 1930 (la empresa que detentaba esa concesión era 1 Broadcasting Caracas, 1BC).
Los Phelps (padre e hijo, uno nacido en Estados Unidos y el otro en Venezuela), eran aventureros que armaron varias empresas de intermediación y distribución de los productos que simbolizaban el “american way of life”. Desde máquinas de escribir Underwood hasta automóviles Ford, pasando por máquinas de coser Singer
La emisora 1BC, que luego pasaría a denominarse Radio Caracas Radio (RCR), contó con la participación accionaria de la también norteamericana RCA Victor y el auspicio de la Creole Petroleum Corporation.
En 1952, con el amparo del entonces dictador Marcos Pérez Jiménez, los Phelps y sus socios obtuvieron la autorización para la “instalación de una estación de televisión en el área metropolitana de Caracas”.
En tanto esa concesión no previó lapsos de vigencia, su duración fue determinada por el decreto 1.577, denominado Reglamento sobre Concesiones para Televisoras Radiodifusoras del 27 de mayo de 1987 (bien lejos en el tiempo del inicio de la Revolución Bolivariana), cuyo artículo 1° reza: “las concesiones para el establecimiento y explotaciones de estaciones televisoras y radiodifusoras se otorgarán por 20 años”.
La Ley de Telecomunicaciones aprobada en el año 2000 señala en su artículo 210 que “todos los derechos y obligaciones adquiridos al amparo de la anterior legislación permanecen en plano vigor, en los mismos términos y condiciones establecidas en las respectivas concesiones y permisos”.
Por todo esto, el 27 de mayo de 2007 -una vez cumplidos los 20 años establecidos en el decreto 1.577- se extinguió la concesión que detentaba RCTV, a partir de la norma de 1987 que le otorgó 20 años más de prórroga a los 35 años ya transcurridos desde 1952.


Mercachifles con antena
En los años 70, las Empresas 1BC incorporaron a sus cuadros directivos a algunos personajes -entre ellos el norteamericano Peter Bottome y Marcel Granier, familiares políticos de los Phelps, quienes a la postre se apoderaron del grupo-, que hacían de la connivencia con el poder y las operaciones financieras y cambiaras de dudosa legalidad una forma de vida. RCTV empezó a verse involucrada en todas las operaciones político-comunicacionales de la Cuarta República y junto con la televisora del Grupo Cisneros (Venevisión, también de un pariente político) ponían y sacaban ministros y otras autoridades de acuerdo a sus intereses.
En la revista Zeta Nº 760 del 15 de junio de 1989 (propiedad de Rafael Poleo, connotado periodista adeco opositor encarnizado de la Revolución Bolivariana) se decía: “La campaña de Radio Caracas Televisión y El Diario de Caracas, que parecía movida por el deseo de impedir un negocio doloso, resultó motivada por una pura razón comercial: los dueños de RCTV y El Diario son representantes de comerciales de General Dynamics, la empresa fabricante del F-16, avión que le disputa al Mirage el mercado venezolano. Lo malo es que la escaramuza, Bottome se ganó la animadversión de los oficiales presionados por el periódico y la televisora, y Granier puso en la tela de juicio la honorabilidad de varias generaciones de oficiales. Aunque escuchó los disparos, sobre el cielo de Caracas se acaba de librar unas feroz batalla aérea entre lo aviones franceses Mirage y los norteamericanos F-16. El episodio decisivo se produjo la tarde del día martes 13, cuando la Comisión de Defensa de Diputados se apersonó en la Comandancia de la Fuerza Aérea para interrogar al alto manda Aéreo en torno a las objeciones que Marcel Granier y el general Edgar Gavidia habían planteado la noche del domingo 11 en un programa de Radio Caracas Televisión. La batalla se decidió a favor de los Mirage, una vez que la objeción fundamental de Granier y Gavidia fue desmontada por los generales del aire. Pero lo que está en disputa es un contrato que va de los 13.000 a los 29.000 millones de bolívares (entre 3.000 y 6.750 millones de dólares), según las distintas versiones. Y los dueños de Radio Caracas Televisión parecen dispuestos a vender cara su derrota, ya que aparentemente no podrán quedarse con el contrato”.
El propio Poleo denunció reiteradamente que Granier dirigió personalmente una campaña contra Venezolana de Televisión (el canal del Estado venezolano), para que “se lo entregaran en comodato” o “comprarlo barato”.
Además de RCTV y RCR, 1BC es propietaria de Caracas 92.9 FM, RCTV Producciones (empresa que produce telenovelas con sede en Miami), RCTV Internacional Corporation (distribuidora de contenidos, también con sede en Miami), Recordland (productora discográfica), además de la aerolínea Aerotuy (nuevamente aviones, qué casualidad).
El grupo 1BC fue también propietario del El Diario de Caracas, que dirigió Granier de forma de utilizarlo como un mecanismo de presión en el sistema político y financiero del país y que aún hoy está en deuda con los periodistas que despidió cuando se produjeron sus múltiples quiebras (cerró sus puertas en 1995, para luego reabrir y cerrar nuevamente en 1998, para reabrir y volver a cerrar en 2000, para hacer nuevamente el mismo juego y volver a cerrar en 2003 y por fin volver a abrir y cerrar en 2009).


¿Por qué no se le renovó la concesión a RCTV?
Además de que efectivamente la concesión que detentaba RCTV venció en mayo de 2007 y era y es potestad del Gobierno venezolano adjudicar dichas concesiones a esa u otras empresas, el canal dirigido por Granier fue sancionado infinidad de veces por diversas violaciones a las normas que regulan el funcionamiento de los medios de comunicación en Venezuela.
Muchas de estas sanciones acompañadas por cierres temporales anteriormente a la Revolución Bolivariana. Por publicitar el consumo de cigarrillos violando la prohibición legislativa correspondiente, por publicitar alcoholes de forma irregular, por exhibición de contenidos para adultos en horarios protegidos, por violar las normas de publicidad de juegos de azar, entre otras.
Durante el gobierno del comandante Chávez, jamás se le aplicaron sanciones que implicaran cierre.
En los meses comprendidos entre diciembre de 2001 y abril de 2002, RCTV cumplió un destacado papel en la preparación y ejecución del golpe de Estado orquestado por los grandes empresarios, la derecha más radical y el imperialismo norteamericano en contra del comandante Chávez.
Ese papel fue ampliamente reconocido por los propios actores de la oposición (entre ellos Leopoldo López, hoy detenido) y la presencia de Marcel Granier en el acto de juramentación del dictador Pedro Carmona Estanga exhime de mayores comentarios.
El Observatorio Global de Medios, capítulo Venezuela, en su informe de noviembre de 2002 que analizó el golpe de Estado, señaló que RCTV incurrió en “tergiversación de los hechos, ocultamiento de datos y referencias, manipulación de las declaraciones, desbalance en la escogencia de las fuentes y una permanente tendencia a presentar el desarrollo de los acontecimientos desde una perspectiva tendenciosamente apocalíptica”.
Durante el lockout patronal y paro de la plana mayor de la industria petrolera acontecidos entre diciemre de 2002 y enero de 2003, RCTV también fue un actor destacado de la pretensión de hacer caer al Gobierno.
El Consejo para Asuntos Hemisféricos (COHA, con sede en Washington), en abril de 2003, calificó de esta manera el accionar de RCTV y otros medios de comunicación venezolanos: “...actuaron la mayor parte del tiempo de modo antiprofesional y con reducida responsabilidad, viéndose a sí mismos más como adversarios de Chávez que como operadores neutrales y responsables (…) Es indudable que los medios venezolanos no se han comportado de un modo muy democrático”.
Algunas de las consignas que durante el paro petrolero emitía de forma continua RCTV eran: “Tranca tu calle”, “Toma tu calle”, “La gran batalla”, “Quien sólo ha sembrado odio nunca podrá traer la paz”, “Hay un solo responsable” (en alusión expresa al comandante Chávez), “Historia de un fracasado” (también refiriéndose al Presidente venezolano), entre otras. Fueron días y días de abrumadora propaganda de guerra en contra del Gobierno legítimamente electo.
El veterano periodista José Vicente Rangel denunció que “el presidente del grupo 1BC, conglomerado al que pertenece RCTV, Marcel Granier, diseñó dicha campaña con la asesoría de la empresa estadounidense McKinsey, la cual recibió un millón de dólares por tres meses de trabajo para crear la estrategia”.
¿Que por qué Marcel hizo y hace todo esto? Porque es un eximio representante de esa burguesía parasitaria de la renta petrolera, que no produce nada, que busca apropiarse de los recursos del Estado, que no tiene reparos en atentar contra la democracia y contra el pueblo en su conjunto por un puñado (o muchos puñados) de dólares.
Sin embargo, la finalización de la concesión de RCTV va mucho más allá del uso delictual que hicieron Granier y sus socios de una señal propiedad de todo el pueblo venezolano, en contra de ese mismo pueblo y de sus representantes legítimamente electos.
El canal 2, ahora denominado Televisora Venezolana Social (TVES), es parte del esfuerzo por democratizar el espectro radioeléctrico para que los medios de comunicación dejen de estar al servicio de grupos de poder político y económico y se conviertan en expresión de la cultura del pueblo venezolano y de sus más diversas expresiones.

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